Los padres deberían prestar atención a las respuestas del niño ante el estímulo auditivo y este tipo de reacciones son diferentes de acuerdo a la edad.
La mayoría de los bebés recién nacidos se sobresaltan o «asustan» ante los ruidos fuertes y repentinos.
A los tres meses, un bebé por lo general reconoce la voz de los padres y comienza a balbucear, el famoso «ajo». Los bebitos sordos profundos comienzan a realizar este balbuceo pero al poco tiempo, como no se escuchan a si mismos, dejan de hacerlo.
A los seis meses, por lo general un lactante puede mirar o girar la cabeza hacia el lugar desde donde proviene el sonido y puede girar cuando lo llaman por su nombre. Un signo de alarma sería que no gire o que gire siempre para el mismo lado.
A partir de los 12 meses, comienzan las primeras palabras, como «mamá», «agua», «pan». Un signo de alarma sería un niño que solicite todo señalando con su dedo y no emita ninguna vocalización.
Generalmente a partir de los 2 años todos los niños hablan, bien o mal pero hablan. A veces algunos pediatras les sugieren esperar a los padres hasta que empiecen a ir a un jardín maternal, pero es preferible que un fonoaudiólogo espcializado pueda evaluarlo.
En primer lugar su audición para descartar el compromiso auditivo y luego su nivel de comunicación. Es sabido que muchos niños escuchan perfectamente, pero tienen problemas de lenguaje. Si los mismos no son tratado a tiempo, podría transformarse en un problema de aprendizaje.
A medida que el niño crece, los signos de alarma ante una presunta pérdida auditiva podrían ser:
En Argentina con la Ley 25.415, todo niño nacido debe ser evaluado en el momento de su nacimiento para descartar hipoacusia con el Screening auditivo (otoemisiones y/o Potenciales Evocados Auditivos Automaticos, PEAA) que son estudios objetivos y no invasivos.
Cuando el niño es más grande los estudios básicos para realizar una evaluación de la función auditiva es la audiometría tonal e impedanciometria que tambien por ley son obligatorias en el ingreso escolar. (Preescolar, Primaria y Secundaria) Se recomienda seguimeinto a todo niño con Antecedentes de Riesgo Auditivo (ARA)
Te sugiero que leas las preguntas frecuentes del sitio (Link)
La incidencia es 1 ó 2 bebés cada 1000 nacimientos y que este número aumenta a 4 ó 5 cada 1000 nacimientos en recién nacidos de alto riesgo, es decir aquellos que poseen antecedentes familiares o personales por haber estado en neonatología.