Fines del 85 tenía que ir definiendo qué quería estudiar y seguía diciendo a mis padres que quería anotarme en la Licenciatura en Fonoaudiología de la Universidad Nacional de Rosario. Nunca tuve dudas que quería dedicarme a ayudar a las personas sordas. Me crié con un abuelo sordo y una amiga que por nacer prematura extrema tenía una pérdida auditiva profunda y había sido equipada con audífonos de caja, que era lo más moderno que había en los años 70.
Mi padre médico quería que me inclinara por estudiar un año más y seguir medicina, pero no lo logró ya que siendo la tercer hija, me rebelé y le dije: «estudio lo que yo quiero o no estudio NADA».
Y luego tuve la suerte de tener buenos docentes, como dijo mi colega y amiga Mariana Maggio de Maggi ,» los buenos maestros, son los que hacen amar la materia a sus discípulos» y poco a poco fui enamorándome de esta profesión.
Aprender es la estragegia de la inteligencia para adaptarse al medio y progresar en él, todos los días nuestros pacientes nos eseñan algo nuevo. Creo que como nos debemos a nuestros pacientes, tenemos que estar constantemente estudiando y actualizándonos. Brindar siempre lo mejor de nosotr@s para poder ayudarlos.
Colega, te invito a seguir formandote, en este sitio encontrarás cursos y también muchos blogs y actividades donde trato de brindar toda mi experiencia. Como dijo Jim Cathcart
«Conviértete en la persona que atraiga los resultados que buscas».