Lamentablemmente todavía la hipoacusia neurosensorial unilateral (HNU) y las hipoacusias mínimas (entre 15 y 25 dB), por lo general, no son detectadas tempranamente.
El término «hipoacusia unilateral» (HU) define la presencia de una pérdida de audición en uno de los 2 oídos, siempre que el umbral sea superior a 25 dB en todas las frecuencias.
La ASHA (2006) define a la hipoacusia unilateral como pérdida en un oído de cualquier grado, leve, moderada, severa o profunda.
Existen evidencias de que la presencia de una HU congénita o adquirida en edades tempranas, puede afectar negativamente al desarrollo del niño, no solamente desde el punto de vista audiológico, sino también en la autoestima y el sobresfuerzo académico necesario.
Las causas que provocan la HU son relativamente menos conocidas que las hipoacusias bilaterales: se han encontrado numerosos factores de riesgo como:
Sabíamos que el paciente con una HNU tiene dificultades en la localización, en comprender a distancia y en ambientes ruidosos, se pierde el efecto de sumación binaural.
Recientemente se ha ampliado el impacto que tiene la pérdida auditiva unilateral.
Resumiremos todos los aspectos que se ven afectados:
La evidencia indica claramente que los niños y adultos con HU rinden peor que los normoyentes en el reconocimiento del habla en ambientes ruidosos.
La evidencia indica claramente que los niños con HU tienen menos habilidad para la localización del sonido, siendo conscientes de ello .
La evidencia muestra que en el 22-59% de niños con HU experimentan dificultades académicas y de comportamiento. Experimentan más dificultades con el aprendizaje de nuevas palabras y la multitarea, lo que puede dar lugar a posibles resultados negativos en el contexto escolar.
En un 25-40% de niños con HU tienen riesgo de desarrollar peores aptitudes en habla y lenguaje comparados con los normoyentes, aunque puedan mejorar parcialmente con la edad.
En general, un tercio de los niños con HU presentan problemas en el ámbito del comportamiento social y en las respuestas emocionales a causa de su deficiencia. Estas continúan incluso en la edad adulta.
Un metaanálisis reciente concluye que los niños con pérdida auditiva unilateral tienen puntuaciones más bajas en CI a escala completa y en el CI de rendimiento que los niños con audición normal.
Los niños con HU demuestran múltiples diferencias de conectividad funcional entre las redes cerebrales involucradas con la función ejecutiva, la cognición y la comprensión del lenguaje que pueden representar cambios adaptativos, así como maladaptativos.
Los niños con HU parecen confiar más en la visión para mantener el control postural que sus compañeros normoyentes. Estos hallazgos pueden apuntar a un déficit no solo de la vía auditiva, sino también sistema vestibular del oído interno.
En Argentina no se reconoce la HU dentro de la ley de discapacidad. Aún hoy, algunos consienten la legislación vigente con el pensamiento de que toda persona con un solo oído puede defenderse auditivamente.
Los fonoaudiólogos, conjuntamente con los padres, debemos bregar por el reconocimiento de la prótesis auditiva por parte de las autoridades, acompañados por los profesionales en medicina.
La realización de la elección de adaptar algún tipo de auxiliar auditivo debe hacerse en base a consideraciones individuales, prevaleciendo las preferencias del niño, la familia y su situación escolar. ( La CODEPEH propone el equipamieto, ver cuadro en https://www.linkedin.com/feed/update/urn:li:activity:6677565603697446912 )
Los adultos, en cambio, pueden manifestar y expresar con claridad qué sienten al probar el equipamiento protésico propuesto por los profesionales especialistas, pueden comparar si logran la binauralidad o estereofonía y decidir si realmente se sienten beneficiados por el mismo.
Cole y Flexer (2007) manifiestan que mientras mayor es la pérdida unilateral, mayores dificultades académicas tendrá el niño; además, parece que la afección del oído derecho es mayor que la del oído izquierdo. Numerosos autores explican los beneficios de equiparlas (Coler y Flexer, 2007).
En la revisión de Mackay, muchos padres manifiestan no haber podido tener acceso al equipamiento con anterioridad.