A los niños pequeños les encanta ayudar en la cocina.
Se planea con anticipación, podrán convertir el cocinar en una actividad rica en lenguaje para tu hijo/a.
A los niños que están desarrollando su capacidad de captar el sonido, les encanta escuchar el ruido de la batidora o la procesadora. Al prenderla hablen con él/ella sobre lo que está escuchando. Después apáguenla. ¡No hay ruido! ¿Dónde está el sonido? Así creamos un juego mientras tu hijo presiona un botón y escucha. Pueden decir: prendido y apagado, ya que nuestra voz es tan importante como el sonido de la batidora.
Si tu hijo/a está empezando a desarrollar sus habilidades del habla, ésta es la mejor oportunidad para el juego vocal. Puede decir ooooooh mientras vierte líquido. articulo completo, agregar textos e imagenes!
Mmmmm. ¡Qué rico! y también oh-oh si se vuelca un poco. Incentivalo a que imite tus sonidos.
El juego vocal es muy divertido y esta es la mejor oportunidad para usar su voz lo más que pueda.
Existe muchísimo lenguaje para que el/la niño/a aprenda mientras cocina con sus padres o abuelos.
Podés escribir en una hoja los pasos a seguir para hacer una receta utilizando dibujos. Por ejemplo: El primer dibujo puede ser una taza y dos huevos.
Este es un gran momento para aprender a contar también. Los conceptos de los números son muy importantes cuando se necesita contar cuántas tazas se van a utilizar o qué largo es el tiempo de cocción.
El tiempo que pasás en la cocina con tu hijo es también perfecto para trabajar con las habilidades pragmáticas. La pragmática es la disciplina que estudia el lenguaje en relación con las personas que lo usan y las circunstancias de la comunicación, ya sea lenguaje hablado o no.
Tu hijo usa pragmática cuando pregunta información, como por ejemplo ¿Qué es eso? O cuando elije algo: “Quiero eso”. También usa pragmática cuando hace contacto visual con ustedes y se sonríe; cuando señala algo; cuando le entregamos un objeto; o cuando usa gestos naturales.
Podés preguntarle algo sobre una habilidad pragmática que no es válida si le preguntás si debe romper el huevo en la taza o en su cabeza, probablemente se va a reír y te diga que romper un huevo en su cabeza es tonto o está mal: ¡Siempre se utiliza una taza!
Podés filmar o sacar algunas fotos de esta actividad. La diversión continúa cuando más adelante use esas fotos para armar un libro de experiencias. Les encanta hablar sobre esto y, aparte, es una oportunidad excelente para mostrarle el libro a sus familiares y amigos mientras le cuenta sobre la experiencia de cocinar.