Podés leer este artículo y también ver un video en YouTube donde profundizo en el tema. La rehabilitación auditiva es fundamental, y la adaptación de prótesis auditivas juega un papel crucial. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos, las tasas de uso de audífonos siguen siendo bajas…
La rehabilitación auditiva es un componente esencial en el manejo de la pérdida auditiva, y la adaptación de prótesis auditivas juega un papel crucial en este proceso. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos en dispositivos auditivos, las tasas de absorción y el uso de audífonos siguen siendo alarmantemente bajas. Un estudio basado en la población encontró que, en una muestra de 707 adultos con pérdida auditiva bilateral, solo 233 (33%) poseían audífonos, y solo 180 (25%) los usaban habitualmente (Chia et al., 2007). Esta situación plantea interrogantes sobre la efectividad de la comunicación entre los pacientes y los fonoaudiólogos durante las sesiones de control y seguimiento.
Los factores que influyen en la aceptación de audífonos incluyen la comunicación y la confianza. Por lo tanto, es fundamental que los fonoaudiólogos dediquemos tiempo a comprender las experiencias de nuestros pacientes, especialmente durante la validación de prótesis auditivas. (Grenness et al., 2014; Laplante-Lévesque, Hickson y Worrall, 2010; Preminger et al., 2015)
La comunicación centrada en el paciente se ha demostrado que influye positivamente en las tasas de aceptación de audífonos (Poost-Foroosh et al., 2011). Por lo tanto, es fundamental que los fonoaudiólogos dediquemos más tiempo en nuestras sesiones para comprender las experiencias y dificultades auditivas de nuestros pacientes, promoviendo un entorno donde estos se sientan cómodos para expresar sus preocupaciones y necesidades.
Uno de los momentos más críticos es el período de validación. Para optimizar la validación de prótesis, los fonoaudiólogos debemos comprender a fondo las necesidades de los pacientes. Sin embargo, a menudo nos encontramos con que los pacientes no logran comunicar de manera efectiva sus necesidades y preocupaciones.
Un estudio realizado en Victoria, Australia, se centra en esta problemática y ofrece valiosas perspectivas sobre cómo mejorar la comunicación entre pacientes y fonoaudiólogos.( MC Neice et al. 2022)
El estudio, que involucró a adultos con dificultades auditivas, reveló que muchos de ellos no siempre comunican con éxito sus preocupaciones e impactos emocionales, así como descripciones de la calidad del sonido y experiencias auditivas cambiadas. Se identificaron cuatro temas clave en las descripciones de los participantes:
(1) la situación o contexto de sus dificultades auditivas, (2) las respuestas conductuales, (3) los impactos de las dificultades auditivas y (4) los factores contribuyentes.
La situación o contexto de sus dificultades auditivas: Se refiere a los entornos específicos en los que las personas experimentan mayores desafíos para oír o comunicarse, como por ejemplo en lugares ruidosos, conversaciones en grupo, o al interactuar con hablantes que no articulan bien. Este factor ayuda a entender cuándo y dónde se presentan las mayores barreras auditivas.
Las respuestas conductuales: Este punto abarca las estrategias que los individuos adoptan frente a sus dificultades auditivas. Puede incluir conductas como pedir que repitan, evitar determinadas situaciones sociales, o apoyarse en la lectura labial. Estas respuestas muestran cómo las personas intentan compensar o adaptarse a la pérdida auditiva en su vida cotidiana.
Los impactos de las dificultades auditivas: Aquí se destacan las consecuencias emocionales, sociales y cognitivas que se derivan de la pérdida auditiva. Por ejemplo, sentimientos de frustración, aislamiento, fatiga auditiva o disminución de la calidad de vida. Este factor permite visibilizar que la hipoacusia no solo afecta la audición, sino que repercute integralmente en el bienestar de la persona.
Los factores contribuyentes: Este último aspecto se refiere a los elementos que pueden agravar o influir en cómo se vive la dificultad auditiva. Incluye factores como el grado de pérdida auditiva, la falta de acceso a dispositivos de ayuda auditiva, el apoyo (o falta de apoyo) del entorno familiar o social, y el nivel de conocimiento sobre su condición. Comprender estos factores es clave para pensar en intervenciones adecuadas.
Primero, los contextos donde las dificultades son más evidentes incluyen reuniones laborales con múltiples participantes, cenas familiares y salidas a restaurantes, donde el ruido de fondo interfiere con la comunicación. Las llamadas telefónicas, especialmente con voces no familiares, también se destacaron como problemáticas.
En segundo lugar, los participantes adoptaron diversas estrategias para adaptarse a estas situaciones. La solicitud constante de repetición y la ubicación estratégica cerca del hablante principal fueron comunes, aunque algunos optaron por evitar conversaciones grupales para no sentirse avergonzados. Muchos desarrollaron habilidades complementarias, como la lectura labial.
Los impactos de estas dificultades se manifestaron emocionalmente, generando frustración y ansiedad social y afectando su participación en el trabajo y en actividades sociales. Las relaciones interpersonales y familiares también sufrieron debido a malentendidos frecuentes y el esfuerzo constante por escuchar resultó en fatiga mental.
Finalmente, se identificaron factores que contribuyen a estas dificultades, incluyendo aspectos ambientales como el ruido de fondo, la calidad de los audífonos y factores personales como el estado emocional y la familiaridad con el tema de conversación. La actitud de los interlocutores y su velocidad al hablar también influyeron en la experiencia auditiva de los participantes.
Estos hallazgos subrayan la importancia de fomentar una comunicación centrada en el paciente, enfocada en optimizar la validación de prótesis, lo que nos permite a los fonoaudiólogos comprender mejor y satisfacer las necesidades de nuestros pacientes. Al entender mejor las barreras y facilitadores en la comunicación, se pueden desarrollar estrategias que mejoren la relación terapéutica y, en última instancia, la eficacia de la rehabilitación auditiva.
Al utilizar alguno de los cuestionarios de satisfacción como el que uso habitualmente, el CUAS (Cuestionario Auditivo de Satisfacción. Grossi 2002), los fonoaudiólogos podemos incluir preguntas abiertas que inviten a los pacientes a reflexionar sobre su experiencia auditiva de manera más profunda. En lugar de limitarnos a preguntas cerradas que solo requieran respuestas de «sí» o «no», podríamos formular preguntas como: «¿Qué aspectos de tu audición te gustaría mejorar?» o «¿Cómo describirías tu experiencia al usar audífonos en tu última reunión laboral?» . Estas preguntas permiten a los pacientes compartir sus vivencias de forma más rica y detallada, facilitando una mejor comprensión de sus necesidades y preocupaciones. Al integrar este tipo de preguntas en el seguimiento, los fonoaudiólogos no solo obtenemos información valiosa, sino que también fomentamos un ambiente donde los pacientes se sienten escuchados y valorados, lo que puede mejorar su satisfacción y adherencia al tratamiento.
La comunicación efectiva durante el periodo de validación de las prótesis auditivas es fundamental para el éxito. Al centrarnos en las experiencias de los pacientes, podemos mejorar la adaptación y su satisfacción, de esta manera fomentamos un entorno de comunicación abierta, podemos mejorar la adaptación de las prótesis auditivas y en última instancia, la satisfacción del paciente. Los fonoaudiólogos debemos considerar estos hallazgos y reflexionar sobre cómo podemos implementar estrategias que promuevan una comunicación más efectiva y centrada en el paciente en nuestra práctica diaria.
Si quieres profundizar te dejo un artículo