La pérdida auditiva es uno de los primeros conceptos que los fonoaudiólogos aprendemos en la Universidad.
Todos recordamos memorizar categorías de pérdida auditiva y aprender a clasificar audiogramas por grado, tipo y configuración.
Hay muchos gráficos de pérdida auditiva, les dejo este que me pareció didáctico, lo encontré googleando
Hace un tiempo lei en un grupo de facebook un debate de un paciente con pérdida auditiva que planteaba la terminología que se usaba, «sordera» o «hipoacusia». El debate por momentos se ponía algo «áspero», como solemos decir en mi país, por eso no quise intervenir.
Me gustaría poder aportar un poco, brindando algunas definiciones y como siempre recordando que según desde la óptica que se vean las cosas, podemos encontrar una gran variabilidad de definiciones.
Los grados de pérdida auditiva se refieren a la gravedad de la pérdida y generalmente se describen como leve, moderada, severa o profunda.
La pérdida de audición que limita entre dos categorías se suele etiquetar como una combinación de las dos categorías (por ejemplo, podrían denominarse moderada a severa).
J. Clark en su artículo «Uso y abuso de la clasificación de la pérdida auditiva», se remonta a 1929 en su discusión de los muchos intentos de desarrollar un sistema para describir la pérdida auditiva
https://www.researchgate.net/publication/16145943_Uses_and_abuses_of_hearing_loss_classification
Clark fue el primero en hablar de «el alcance de la discapacidad auditiva».
Aunque el grado de pérdida auditiva sigue siendo una variable predictiva clave, no se correlaciona tan directamente con los resultados.
Vemos pacientes con pérdida auditiva severa que funcionan mucho mejor de lo que podríamos predecir por su grado de pérdida auditiva, y pacientes con pérdida auditiva leve que sorprendentemente funcionan mal.
Por lo tanto no es tanto el grado de pérdida auditiva como el grado de acceso auditivo lo que debemos centrarnos.
El modelo de Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud de la Organización Mundial de la Salud ( ICF) proporciona un marco útil para evaluar el impacto de un trastorno en la vida de una persona.
https://www.who.int/classifications/icf/en/
Se enfoca principalmente en la salud funcional y enfatiza la importancia de la interacción entre las condiciones o el estado de salud de un individuo y los factores contextuales circundantes.
Lo que realmente se evalúa utilizando el modelo ICF cuando se considera la idea de “grado de acceso auditivo” es la participación de un individuo.
Dijo una paciente, «tengo una pérdida auditiva de moderada a severa, pero algunos días se siente moderada y algunos días se siente severa».Explicó que era tan probable que estuviera relacionado con tener una discusión con su novio como con estar en un ambiente acústico difícil.
El uso del concepto de acceso auditivo, además del grado de pérdida auditiva, ayudará a los pacientes a comprender mejor su pérdida auditiva y la tecnología auditiva, así como sus expectativas de sus interacciones con el mundo.
Otro paciente con pérdida auditiva «leve», refiere que ha dejado de llevar a su nieta a su restaurante favorito porque la acústica es mala que su comunicación se ve gravemente afectada.
Para los niños, el grado de acceso auditivo determina el grado de acceso al lenguaje hablado
Es la capacidad de detectar estímulos de tono puro.
Nuestra caja de herramientas de evaluaciones continúa expandiéndose para incluir medidas más complejas (por ejemplo, discriminación del habla, percepción del volumen, localización, etc.) para formar una imagen más completa de la integridad auditiva.
Daniel Ling a menudo comparó el audiograma de tono puro con una línea de costa, con la audición residual representada por el agua (Ling. AG Bell, 1989). Es fácil ver dónde comienza el agua, pero qué tan profunda, fría o turbia era el agua (es decir, hasta qué punto la audición residual es clara y utilizable) sigue siendo un misterio.
Es la única variable sobre la que los fonoaudiólogos tenemos mucha capacidad para cambiar.
La calibración y adaptación es individual . Sin embargo, la presencia de audífonos, implantes cocleares, dispositivos auditivos anclados al hueso o accesorios auditivos, no significa que la tecnología esté funcionando.
Abarca varios factores, desde la edad hasta la capacidad cognitiva, las necesidades complejas y la autodefensa. Es una categoría que los pacientes pueden cambiar.
Debemos tratar de motivar a los pacientes a evaluar su propio desempeño en diferentes situaciones comunicativas.
Las dificultades de comunicación en entornos subóptimos están asociadas con numerosos problemas subjetivos, incluido un mayor esfuerzo mental y fatiga.
Si querés podés profundizar con este artículo de la Dra Weinstein
https://journals.lww.com/thehearingjournal/Fulltext/2015/11000/What_Hearing_Impairment_Measures_Do_Not_Tell.5.aspx
Este factor considera el entorno físico de escucha, así como las variables del interlocutor del interlocutor y la complejidad de las tareas de escucha.
Este es el factor más dinámico.
El grado de acceso auditivo puede cambiar instantáneamente cuando se enciende un ventilador durante una reunión de trabajo o cuando un maestro abre una ventana y se escucha una cortadora de césped.
Acompañando siempre a la audiometría tonal con la logoaudiometría.
Los autores lo definen como el índice de inteligibilidad del habla (SSI).
Y en mi opnión personal creo que la más importante son las pruebas de comprensión del habla en ruido.
Sabías que hay médicos que no piden logoaudiometría para pacientes que necesitan audífonos? ¿Sabías que hay fonoaudiólogos que no ensordecen la logoaudiometría nunca?
El grado de pérdida auditiva es un indicador válido y confiable de acceso a sonidos suaves.
Sin embargo, agregar el concepto de grado de acceso auditivo a nuestra evaluación clínica nos permite ayudar a los pacientes con pérdida auditiva, sus familias y la comunidad.
Colega recordá tener un audífono o un Implante Coclear, aunque sea la última tecnología, no es suficiente. Alguna vez viste que a un paciente que necesita una prótesis de pierna, lo dejaran solo para que se adapte?
Evalua más que el porcentaje de palabras y frases, con y sin ruido . Tomate el tiempo para realizar una buena verificación y validación de esa amplificación. Comprometé al paciente y su familia en el proceso de adaptación. Más sabiendo todo esto que te cuento.
Centrémosnos más en el acceso auditivo para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.